Ruben, nuestro querido esposo y padre, vos nos llevaste a la aventura de rodantear, eso nos unió no solo en los viajes, si no en cada proyecto y trabajo en nuestro Perla Negra.
Ojalá pudiéramos haberlo disfrutado mucho tiempo más juntos.
Se nos hace muy difícil poder rodantear, porque cada momento quisiéramos compartirlo con vos.
Esperamos puedas viajar en donde estés y que algún día, cuando nos reunamos, volvamos a hacerlo juntos.
Vayamos donde vayamos, siempre nos acompaña tu recuerdo.
Tu esposa Miriam Santucho y tu hijo Lihuel

